Recibir atención médica de calidad es un derecho humano fundamental, que garantiza servicios oportunos y adecuados para toda persona. Sin embargo, en Sinaloa, este derecho se ve opacado por la falta de personal médico, equipo obsoleto, infraestructura deficiente y escasez de insumos.
A pesar de que el Gobierno Federal asignó más de 150 millones de pesos a Sinaloa en 2025 para reforzar los programas de salud pública, el recurso resulta insuficiente ante la creciente demanda de servicios médicos.
Clínicas saturadas y pacientes en espera
En Los Mochis, los pacientes acuden a distintas unidades médicas, como la Unidad de Medicina Familiar (UMF) del IMSS, la Clínica IMSS Bienestar, el Centro de Salud Urbano, el Hospital General de Zona (HGZ) y el Hospital Ginecopediátrico, no obstante estas también reciben vecinos de comunidades del municipio, el sur de Sonora y Chihuahua.
Pero la realidad es dura: hospitales sin medicamento, equipo obsoleto e infraestructura deficiente son el día a día.
En la Clínica 49 del IMSS, el área de urgencias es un ejemplo de la crisis: la demanda supera la capacidad, por lo que los pacientes deben esperar en sillas o incluso en el suelo por falta de camillas y equipamiento básico.
"No hay, están sentados en las sillas hasta que ya se desocupa el área de urgencias, allá van y los meten en camillas y ahí hasta que haya piso ", Marta Vargas, familiar de interno.
El Hospital General de Los Mochis, con 30 años de operación, enfrenta también la escasez de medicamentos, equipos obsoletos y personal insuficiente.
Esta clínica cuenta con aproximadamente mil trabajadores y atiende un promedio de 8 mil pacientes mensuales, cifra que sigue aumentando y tensionando aún más al sistema.
"Entonces, a pesar de que ha cambiado, también hace falta mucho. Mucho equipamiento, equipos obsoletos que ya no funcionan, también personal"
"La asistencia de los pacientes va aumentando y los mismos trabajadores estamos aquí", Felipe Antonio Rodríguez, Secretario General de la Sección 04, Hospital General Los Mochis.
La falta de camillas, medicinas y personal en los hospitales del IMSS de Los Mochis no es solo un inconveniente: es un peligro latente para la vida de los pacientes. Mientras las autoridades no actúen, la sobrecarga y la precariedad seguirán dejando a las familias en espera de un derecho que debería ser garantizado.