Guasave, Sinaloa.- El pasado 17 de septiembre, padres de familia de la Escuela Primaria Maximino Hernández Escanio, ubicada en El Huitussi, tomaron las instalaciones del plantel y suspendieron las clases de manera indefinida, en exigencia de que las autoridades educativas atendieran sus demandas. La decisión surgió ante las serias deficiencias estructurales del edificio, las cuales representaban un riesgo potencial para los alumnos de la institución.
Tanto madres de familia como personal docente fueron firmes y decididos en su postura, lo que derivó en que, para el 19 de septiembre, personal del Instituto de Protección Civil acudiera al lugar para realizar un dictamen sobre las condiciones de la infraestructura. El resultado fue la clausura del plantel.
El caso se difundió rápidamente en medios de comunicación y redes sociales, lo que aceleró la respuesta de las autoridades. Para el 22 de septiembre, ya se habían iniciado los trabajos de remodelación en un edificio con seis aulas, cuyos techos fueron demolidos y cuyas paredes también serán rehabilitadas.
"Tomamos la decisión antes de que sucediera algo, que no fuera como el niño ahogado; para qué esperar a una desgracia. Aparte, la construcción es viejísima, tiene 60 años y creo que ya lo ameritaba, que el gobierno interviniera a fondo", indicó Maricela González, Secretaria de la Asociación de Padres de Familia de la Escuela Primaria Maximino Hernández, de El Huitussi.
La madre de familia aseguró que la escuela alberga a cerca de 200 estudiantes, quienes se encontraban en riesgo latente debido al posible derrumbe de los techos.
Maricela señaló que el daño del inmueble era tan severo que, al iniciar los trabajos de demolición, dos obreros resultaron lesionados tras el colapso de una parte del techo.
Actualmente, los alumnos de este plantel reciben clases provisionalmente en las instalaciones de la Escuela Secundaria de El Huitussi, y se espera que, en un plazo aproximado de cuatro meses, maestros y estudiantes regresen a sus aulas renovadas.
Maricela explicó que fueron las madres de familia quienes, con el propósito de evitar un accidente lamentable, decidieron radicalizar sus acciones, una medida de presión que obligó a las autoridades a responder con rapidez ante la problemática.
"Cuando empezaron la demolición, tan mal estaba que, con tan poquito, se vino abajo. Se cayeron dos personas que, afortunadamente, están bien; pero dense cuenta de la gravedad del caso: con tantito se vino abajo. Es una construcción viejísima, y lo que queríamos era que se reconstruyera para evitar una desgracia."