Mocorito, legado histórico de Sinaloa
GUASAVE, SINALOA.- Entre calles empedradas, fachadas coloniales y el aroma a pan recién horneado, Mocorito se consolida como uno de los destinos más cautivadores del norte de México. Conocido como "La Atenas de Sinaloa", este Pueblo Mágico no solo guarda un legado histórico y cultural profundo, sino que ofrece una experiencia viva que combina arte, tradición y hospitalidad sinaloense.
Uno de sus principales atractivos es el Centro Histórico, donde se localiza la Parroquia de la Purísima Concepción, una joya arquitectónica del siglo XVII que se mantiene como símbolo de identidad local. A unos pasos, el visitante puede disfrutar de una caminata por la plazuela principal, donde los fines de semana se mezclan la música regional, antojitos y artesanías.
"Los esperamos, todo está bien bonito, bien tranquilo, aquí los esperamos con los brazos abiertos para ofrecerles yo y todos mis demás compañeros, todos los productos que elaboramos todos los días para el sustento familiar de manera artesanal". Expresó Melva Judith López Román, mujer emprendedora, llena de tradición.
El arte cobra vida en cada rincón del pueblo. Los murales del artista Ernesto Ríos visten muros públicos con escenas que narran la historia regional. Estas obras, junto con los Museos de Historia Regional y el Museo de Los Tigres del Norte, consolidan a Mocorito como un espacio para el conocimiento y la reflexión.
Además de su riqueza visual, Mocorito es famoso por su gastronomía tradicional. Nadie puede marcharse sin probar el emblemático pan de mujer y el famoso chilorio, un platillo tradicional que rivaliza en sabor con cualquier platillo sinaloense.
Si eres fanático de las flores, durante los meses de enero a marzo son la mejor época del año para visitar el Laberinto de Girasoles, un campo de más de cuatro hectáreas, en donde podrás contemplar la belleza de estos grandes ejemplares de la naturaleza.
Caminar por sus calles es confirmar que aquí, el tiempo se detiene para contar historias. Mocorito no es solo un lugar que se visita: es un pueblo que se escucha, se saborea y se lleva en la memoria.
