En la Policía Municipal de Ahome, solo 80 de 530 elementos son mujeres. Entre ellas, Dignora Valdez decidió alzar la voz por igualdad sustantiva y agresiones contra agentes, una valentía que le ha costado sanciones, arrestos y exclusión, mientras las autoridades permanecen en silencio.
Desde 2019, Valdez documenta un problema que persiste: mujeres trabajadoras y profesionales obligadas a convivir con sus agresores sin protección ni justicia. Tomar la palabra en un evento público el 8 de marzo marcó un antes y un después en su lucha.

Incluso, en un entorno donde las mujeres ingresaban con educación mínima, Dignora decidió formarse académicamente para protegerse y defender a sus compañeras. A pesar de cumplir con todos los requisitos para ascensos y cargos dentro de la corporación, la discriminación persistió, demostrando que los méritos profesionales no garantizan justicia ni respeto.
La impunidad y la contradicción institucional
A lo largo de los años, la Red por la Igualdad Sustantiva, el Sistema Anticorrupción y la Comisión de Derechos Humanos Sinaloa han intervenido enviando documentación a la alcaldía de Ahome. Sin embargo, el municipio no ha dado respuesta ni ha sancionado a los responsables, dejando a las mujeres policías vulnerables y sin protección.
Esta situación es especialmente contradictoria frente a las campañas de "activismo" promovidas por la administración, que supuestamente buscan combatir la violencia hacia la mujer, pero en la práctica ignoran los casos reales dentro de la corporación.
"Duele muchísimo, porque son muchas administraciones las que hemos estado esperando para que la justicia llegue. Son muchas compañeras las que en este momento se quedaron en el camino y que están siendo obligadas a trabajar con sus agresores", Dignora Valdez, oficial de Policía Municipal.
Según el INEGI, una de cada cinco mujeres en México ha sufrido violencia laboral, lo que evidencia que la lucha de Valdez no es un caso aislado, sino un reflejo de una cultura institucional que invisibiliza y discrimina.
"Que este tipo de acciones ya no se repliquen dentro de las corporaciones, que no exista el acoso y el hostigamiento laboral. Que si es que este tipo de personas siguen con este tipo de acciones, sean sancionadas", Dignora Valdez, oficial de Policía Municipal.
La lucha de Dignora Valdez es más que un caso personal: es un llamado urgente a la justicia y la igualdad en la Policía Municipal de Ahome. Su valentía enfrenta una institución que protege a los agresores, ignora a sus mujeres y perpetúa la desigualdad, recordándonos que la impunidad no puede ser norma.
