Nío un destino colonial de encanto en Sinaloa
Si buscas un destino lleno de historia, encanto y paisajes que parecen sacados de una postal, Nío, en Guasave, te está esperando. A solo 8 kilómetros de la ciudad, este pequeño pueblo colonial es ideal para los amantes de la historia y la arquitectura antigua, pues guarda uno de los tesoros más antiguos de la región: las ruinas de una misión jesuita del siglo XVI, fundada en 1591.
La antigua misión de Nío, construida siguiendo el estilo de las basílicas romanas, es una joya arquitectónica hecha de ladrillo cocido, algo inusual en esa época en Sinaloa. Pasear entre sus ruinas es como viajar en el tiempo: un recorrido entre muros centenarios que aún conservan la esencia del legado jesuita. Aquí, cada rincón cuenta una historia y cada piedra guarda secretos del pasado colonial.
Hoy las ruinas están resguardadas junto a la Iglesia de San Ignacio de Loyola, un sitio perfecto para quienes disfrutan de la fotografía, el turismo cultural o simplemente una experiencia distinta. Muchos visitantes eligen este lugar como escenario para sesiones fotográficas o escapadas románticas.
Pero Nío no es solo historia. Su entorno natural también conquista. Rodeado de verdes praderas y con el río Sinaloa como compañero de paisaje, el ambiente es ideal para relajarse, caminar y disfrutar de la tranquilidad. Además, no puedes irte sin probar la deliciosa gastronomía local.
Visitar Nío es más que una escapada: es una experiencia única donde el pasado y el presente se encuentran para regalarte momentos inolvidables.
