Piñatas navideñas: el oficio artesanal que ilumina las fiestas y posadas

Durante la temporada decembrina, las piñatas se vuelven protagonistas en posadas, escuelas y reuniones familiares, pero detrás de cada una de ellas existen horas de trabajo, creatividad y una tradición que se niega a desaparecer.

En el hogar de la señora Rosa Amelia, el espíritu navideño se respira en cada rincón desde antes del mes de diciembre, entre papeles metálicos y colores vibrantes, se elaboran las tradicionales piñatas que cada año alegran los festejos.

" Tengo de barro , de cartón y de siete conos y de cinco, hago de mono de nieve, de galleta y de arbolito de navidad" Rosa Amelia, Piñatera en Los Mochis

Una de las versiones del origen de las piñatas se adjudica a la civilización maya , cuenta la historia que practicaban un juego con los ojos vendados , para ello colgaban una olla de barro y trataban de romperla.

Los picos simbolizan los siete pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia y soberbia, el palo con el que se golpea la piñata representa la fuerza con la que se vence al mal, la venda con la que se cubren los ojos representa la fe ciega en Dios, mientras que los frutos y dulces con los que se rellena son la recompensa por vencer el pecado.

La elaboración de piñatas no solo es una tradición profundamente arraigada en la cultura mexicana, también representa una importante oportunidad económica para cientos de familias, especialmente mujeres que encuentran en estas fechas una manera de apoyar en su hogar.

La señora Rosa Amelia incursionó en este arte desde los 13 años de edad y tiempo más tarde logro consolidar su propio negocio, que hoy goza de gran popularidad, especialmente en este mes llega a vender más de 90 piñatas, desde las tradicionales con ollas de barro y figuras de cartón hasta la estrella de siete picos, la más solicitada por los clientes.

"Me va mejor que en el resto del año , claro que si por que es cuando vendo más piñatas en Navidad y Año Nuevo" Rosa Amelia, Piñatera en Los Mochis