GUASAVE, SINALOA.- ¿Quieres alejarte de la ciudad y conocer las maravillas que te da la naturaleza?. A las faldas de la imponente Sierra Madre Occidental, en el norte del estado, se encuentra Porohui, una pequeña comunidad cuyo nombre, según los lugareños, significa Iguana del Desierto.
Con apenas 207 habitantes, este rincón serrano es un verdadero tesoro natural que aguarda ser descubierto por viajeros curiosos y amantes de la aventura. Ubicada a unos 50 kilómetros al este de Sinaloa de Leyva, Porohui ofrece una experiencia que combina frescura, tranquilidad y una auténtica vivencia rural.
"Aquí tiene mire, estas siembras, que siembra uno de temporal aquí también, maíz regional que se da aquí, porque no todos los maíces se dan, menos aquí de temporal, ganado también hay aquí, en pequeño pero hay". Expresó el residente Rodolfo Castro.
Uno de sus atractivos principales durante la temporada de lluvias, de julio a septiembre, es "El Cajón" de Porohui, un arroyo que, con las precipitaciones, se transforma en una impresionante cascada rodeada de albercas naturales que parecen sacadas de una postal. Es el sitio perfecto para refrescarse en medio del calor, envuelto por un entorno lleno de vida y encanto serrano.
A pocos kilómetros al norte del poblado, los visitantes también pueden conocer la gran derivadora de Porohui, una represa que alimenta al río Sinaloa y que en época de abundancia ofrece espectaculares descargas de agua. Además de ser un punto perfecto para tomar fotos inolvidables, este lugar permite disfrutar de pícnics, paseos en bicicleta y senderismo durante los meses secos, recorriendo sus bellas montañas y paisajes abiertos.
"Pues aquí bajan muchas personas a bañarse, muchas ahí a pasearse y eso". Concluyó Castro.
Porohui se suma a la lista de comunidades que están cobrando vida turística gracias al programa "Sinaloa con Encanto Rural", impulsado para fortalecer el turismo en localidades auténticas, donde la cultura ancestral se entrelaza con la riqueza natural.
El río Sinaloa, que serpentea cerca del poblado, invita a los visitantes a darse un buen chapuzón en sus aguas tranquilas, ofreciendo un respiro y una conexión directa con la naturaleza.
Cuando visites Porohui no encontrarás grandes hoteles ni complejos turísticos, pero sí hallarás autenticidad, hospitalidad comunitaria y la promesa de momentos inolvidables en contacto íntimo con la naturaleza.