GUASAVE, SINALOA.- Resientes de las comunidades de San Gabriel y Pueblo Viejo levantaron la voz ante un alarmante repunte en los casos de envenenamiento de perros domésticos en distintos sectores del municipio. Los afectados aseguran que sustancias químicas letales han sido utilizadas recientemente para asesinar animales inocentes, y advierten que esto podría representar también un riesgo para los menores y la población en general.
Vecinos de distintas comunidades relatan a través de las redes sociales que en los últimos días han encontrado perros muertos de manera súbita, algunos tras ingerir alimentos o carnadas que parecen estar contaminadas.
"Aquí en Pueblo Viejo también los están envenenando, ayer le envenenaron el perrito a mi mamá y qué mal plan, la verdad", manifestó Elianeth Machado una habitante de la comunidad Pueblo Viejo que señaló a través de las redes sociales que la situación ha sido recurrente y que los ataques parecen intencionales.
Los denunciantes temen que los niños de la zona puedan tocar algún cebo envenenado, jugar cerca de los cuerpos de los animales o entrar en contacto accidental con las sustancias químicas, lo cual podría provocar intoxicaciones u otros daños a la salud.
Aunque no se han encontrado informes oficiales específicos hasta el momento para San Gabriel y Pueblo Viejo, casos similares de crueldad animal, envenenamientos de perros y gatos, han sido documentados en otros sectores de Guasave, como Fundadores Residencial, colonia Ejidal, Tierra y Libertad, San Pedro, entre otros.
"Acá en San Pedro, más conocido como las arguenas ya tienen tiempo envenenando a los pobres perros". Lamentó la ciudadania Beatriz García.
El envenenamiento masivo de animales en el municipio de Guasave no es solo un asunto de maltrato animal, es una alerta cruel sobre la inseguridad, la negligencia y los riesgos invisibles que enfrentan niños y familias enteras. La exigencia ciudadana pide claridad, justicia y protección tanto para quienes no tienen voz como para quienes podrían sufrir consecuencias humanas tragadas por el silencio.