Aunque Sinaloa ha registrado una reducción en el rezago educativo en la última década, el problema del analfabetismo y la falta de conclusión de la educación básica siguen siendo una deuda social que no se ha logrado abatir de forma significativa.
"No tenía padres y pues no podía hacer dos cosas al mismo tiempo. En realidad, trabajas o estudias. Las dos cosas no las iba a poder hacer. Me salí de estudiar", Dolores González, ciudadano afectado.
Actualmente, la entidad mantiene un 3.2% de analfabetismo en la población joven y adulta. Aunque esta cifra le permitió a Sinaloa levantar la bandera blanca en alfabetización, cumpliendo con el estándar de la UNESCO de menos del 4%, sigue habiendo cerca de 75 mil personas que no saben leer ni escribir.
El rezago educativo total en Sinaloa sigue siendo alto
Hasta mayo de 2025, hay 640 mil personas que no han terminado la educación básica, cifra apenas 94 mil menor que en 2015, cuando se contabilizaban 734 mil personas en esta condición.
Además, 210 mil personas tienen la primaria inconclusa y 340 mil no han terminado la secundaria, lo que limita gravemente sus oportunidades laborales y sociales.
"Tenemos 4 millones de gente que no sabe leer. Ah, pues hay que bajarlo a 3.9, hay que bajarlo a 3.5. Sí, pero ¿por qué no hacemos el intento de bajar ese 80 por ciento de muchachos de secundaria que no saben interpretar lo que leen?": Antonio González, experto en educación.
A nivel nacional, la situación es todavía más crítica. El INEA estima que en México 4.1% de la población joven y adulta no sabe leer ni escribir, lo que equivale a más de 4 millones de personas.
En septiembre de 2025, 1,872 personas concluyeron sus estudios. Sin embargo, esta cifra es insuficiente frente a la magnitud del rezago.
"En los últimos 50 años hemos disminuido el analfabetismo en cerca de un 25 por ciento, pero no hemos disminuido el analfabetismo funcional", Antonio González, experto en educación.
A pesar de los avances oficiales y las cifras alentadoras, la realidad sigue siendo dura para miles de sinaloenses que viven atrapados en el rezago educativo y el analfabetismo.