¡Se necesita tocar fondo! El alcohol se convierte en un círculo vicioso

"Me hacia sentir otra persona que no era yo y me atrapo" Francisco, adicto en rehabilitación

Francisco Javier comenzó a beber en las convivencias familiares, primero fue cerveza, luego el cigarro, aun que todo parecía parte de la diversión, sin pensarlo, estos hábitos lo llevaron al alcoholismo y la drogadicción.

Lo que inició como un pasatiempo pronto se convirtió en un camino sin salida,Francisco se perdió en un mundo que parecía no tener fin, hasta que tocó fondo.

"Me quede sin familia , sin primos, tíos, mi mamá, me alejé de todos , solo andaba con personas que también estaban en la adicción" Francisco, adicto en rehabilitación

En Sinaloa, tres de cada 10 personas padecen algún problema de adicción,lo que representa el 30% de la población en el estado, el alcohol se mantiene como la sustancia de mayor consumo, ya que su uso se ha normalizado cada vez más desde edades tempranas.

De acuerdo con Centros de Rehabilitación, en Los Mochis, las adicciones han aumentado más del 30% este año en relación con el 2024, en México el 40.4% de los adultos y un preocupante 13.9% de adolescentes beben de forma excesiva.

Aunque la presión social influye, el 70% de las personas afectadas se ve involucrado en esta conducta debido a conflictos familiares o porque en su entorno cercano también se consume.

"El alcoholismo no deja de estar presente en las personas adultas, incluso como droga de inicio también en los jóvenes esta causando problemas" Fausto Apodaca , Director de la Unidad de Tratamiento de Adicciones Mochis (UTAM)

El consumo de alcohol no solo afecta la salud, también genera serias consecuencias en la seguridad vial y en los índices de violencia. A nivel nacional, está relacionado con el 9.2% de los accidentes de tránsito y con el 23% de las muertes en carretera. Cada año, además, se registran cerca de 39 mil fallecimientos vinculados al abuso de esta sustancia.

La lucha contra el alcoholismo continúa, pero especialistas advierten que la prevención desde la niñez y la adolescencia es clave para reducir el impacto de esta adicción que cada año cobra vidas y destroza familias.