Este viernes 9 de mayo se cumplen ocho meses de violencia ininterrumpida en Sinaloa. Ocho meses marcados por balaceras, bloqueos, desplazamientos forzados y un clima de miedo que no da tregua.
Hasta ahora, no hay una luz de esperanza que indique que esta crisis llegará a su fin.
El Gobierno estatal ha sido incapaz de contener la violencia desatada por la guerra interna en el Cártel de Sinaloa.
El saldo es desastroso: muertos, desaparecidos, familias desplazadas y comunidades atrapadas en el terror.
A 240 días del inicio de la ola de violencia en Sinaloa, la cifra de víctimas sigue en aumento.
1,257 personas asesinadas en todo el estado, entre ellas 45 mujeres; además, se reportan 1,397 personas desaparecidas, 32 policías asesinados y 3,484 vehículos robados.
Hoy, más que nunca, la exigencia ciudadana es una: paz y justicia verdadera para Sinaloa.