Pese a haber sido incorporado como uno de los 14 nuevos Polos de Desarrollo para el Bienestar en México gracias a su ubicación geográfica estratégica, con conexión directa a puertos, aeropuertos, vías ferroviarias y carreteras Topolobampo aún no ve reflejadas en su entorno las promesas de progreso.
El puerto ha sido señalado como un punto logístico clave, con alto potencial para atraer inversión en sectores como agroindustria, energías limpias, logística y reciclaje. Sin embargo, esa proyección ambiciosa contrasta con una realidad que sigue marcada por el abandono.
Se estima que la inversión proyectada para Topolobampo y la región norte de Sinaloa podría superar los 13 mil millones de dólares, con la expectativa de generar hasta 30 mil empleos.

A pesar del volumen de recursos anunciados, los habitantes del puerto continúan enfrentando un panorama desolador: calles repletas de baches, inundaciones constantes, drenajes colapsados y aguas negras que se estancan en colonias sin recibir atención.
Además, la falta de infraestructura turística básica, como baños públicos indispensables, limita el desarrollo y atractivo del puerto para visitantes y turistas.
"Sabemos el diagnostico que hay, es una inversión incluso federal, vemos por un lado la declaración de un polo de desarrollo en Topolobampo, uno de cinco puntos en el país que va a tener un desarrollo muy grande y por otro lado vemos carencias de servicios básicos de una ciudad",Esteban Morales, vicepresidente de Coparmex Los Mochis.
Uno de los puntos más críticos es la calle Benito Juárez, en el barrio Estación, considerada una de las principales vialidades de Topolobampo. Las condiciones son tan precarias que representan un riesgo para peatones, motociclistas y automovilistas.
"No mandaron para arreglar las calles y se supone que el puerto está siendo de altura y que no sé qué. Están metiendo muchas empresas pero las calles siguen igual. No podemos hacer nada nosotros como ciudadanos porque las vueltas que se tenían que dar ya las hicimos", Eva Medina, vecina afectada.
Mientras los discursos oficiales hablan de un Topolobampo "de altura" y de oportunidades industriales sin precedentes, la población sigue sin acceder a servicios básicos esenciales. El drenaje está colapsado, el pavimento prácticamente inexistente en muchas zonas, y el agua potable llega con deficiencias.
No se puede construir un polo de bienestar sobre cimientos de abandono. Sin inversión social y urbana, cualquier promesa de desarrollo está condenada a quedarse en papel.