GUASAVE, SINALOA.- El cierre de la caseta Cuatro Caminos, tomado por integrantes del movimiento Campesinos Unidos, sorprendió a decenas de operadores de carga que transitaban por la zona como parte de sus rutas diarias. Aunque algunos transportistas ya habían sido advertidos del bloqueo agrícola, otros se encontraron de frente con la manifestación y quedaron varados sin posibilidad de desviarse.
A pesar del imprevisto, el ambiente entre los conductores permaneció en calma. Sin embargo, varios reconocieron que la interrupción complica sus jornadas y afecta directamente los tiempos de entrega, especialmente para quienes viajan largas distancias y dependen de una programación precisa.
En la fila de camiones detenidos se encontraban operadores provenientes de Tijuana, Hermosillo y diferentes puntos del noroeste, con destinos que iban desde la Ciudad de México hasta Guadalajara. Todos coincidieron en que la mayor incertidumbre es no saber cuánto tiempo se mantendrá la protesta, lo que incrementa la presión sobre sus itinerarios y compromisos laborales.
La situación, señalaron, refleja una vez más cómo los conflictos en el sector agrícola impactan no solo a los productores, sino también a la cadena de transporte que atraviesa diariamente las carreteras del país.