Violencia y sequía desploman 40% la demanda turística en Sinaloa

La temporada de verano inició con una baja del 40% en la demanda de servicios turísticos en comparación con años anteriores, según estimaciones de la operadora turística Dulce Ruiz. La caída, señaló, se debe principalmente al impacto económico de la sequía y a la inseguridad que persiste en el estado.

Explicó que, a diferencia de otros años, en los que julio y agosto ya estaban completamente reservados desde semanas antes, este 2025 las ventas apenas comienzan a moverse, y muchas decisiones de viaje se están tomando de último momento.

"No ha estado como en otros tiempos. Desde Semana Santa empezamos a notar que las ventas no eran las mismas. La economía actual, tanto por la inseguridad como por la escasez de agua y la baja productividad agrícola, ha golpeado todos los sectores", dijo.

Señaló que la crisis hídrica en el norte del estado, especialmente durante el último año, impactó de forma directa al sector agrícola, uno de los pilares económicos de la región. Esto, sumado a los recientes hechos de violencia registrados en diversas zonas del estado, ha generado un ambiente de incertidumbre que desincentiva los viajes.

"La gente tiene temor de viajar hacia el sur del estado o incluso de atravesar ciertas zonas para llegar a destinos vecinos. Aunque hay presencia de Guardia Nacional y Seguridad Pública, los hechos violentos continúan y no hay una percepción real de paz", expresó.

Indicó que, a pesar de la situación, algunos grupos han logrado concretar viajes a destinos como Europa, Estados Unidos, la Riviera Maya y la Ciudad de México. Sin embargo, la afluencia general de turistas y la contratación de servicios sigue muy por debajo de los niveles acostumbrados.

"Estamos hablando de una disminución del 40% en comparación con estas fechas en años pasados. Antes incluso nos faltaban vehículos para atender la demanda. Ahora apenas empieza a moverse el mercado", afirmó.

Concluyó que si la violencia y el deterioro económico continúan, el turismo en Sinaloa podría enfrentar una de sus peores temporadas en años, lo que impactaría aún más a un sector que históricamente ha sido un respiro para la economía local.