Las plantas tratadoras residuales en Michoacán se encuentran en grave situación de desuso, elementos que son importantes para hacer llegar el líquido en buena calidad a los ríos de la entidad y así evitar mayor contaminación en ellos, sin embargo, de acuerdo al Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales, el Estado cuenta con 89 plantas tratadoras.
De estas 89 plantas, se detectó que solo 40 están en funcionamiento, mientras que las 49 restantes están inservibles. Específicamente en el municipio de Morelia, que cuenta con 8 plantas de tratamiento, se detalla que 4 no están en funcionamiento. El ayuntamiento refirió anteriormente que estas no se encuentran trabajando debido a que una se encuentra descompuesta por falta de mantenimiento y las otras 3 por robo de maquinaria.

Las plantas tratadoras de aguas residuales son fundamentales para la gestión moderna del agua, ya que permiten reducir la contaminación hídrica, proteger los ecosistemas y cumplir con normativas ambientales. Estas plantas eliminan contaminantes físicos, químicos y biológicos presentes en el agua usada, transformándola en agua apta para su retorno al medio ambiente o incluso para su reutilización. El funcionamiento de una planta tratadora de aguas residuales depende del tipo y nivel de tratamiento requerido, y puede incluir fases como el pretratamiento, tratamiento primario, secundario y terciario, y disposición final.
El tratamiento preliminar del agua es el primer paso en la Planta de Tratamiento y su propósito es eliminar objetos grandes del agua residual para evitar que obstruyan o desgasten bombas, tuberías y evitar que interfieran con el proceso de tratamiento. El agua llega por una criba que atrapa los objetos grandes (trapos, madera, etc?) la planta cuenta con dos cribas las rejillas de cribado fino y la hidrotamices de cribado grueso que están hechas de aceró que estas ayudan para que todos los sólidos livianos y basura puedan ser sacados antes de ingresar al Cárcamo de bombeo.