Parque Nacional Barranca del Cupatitzio patrimonio natural de Uruapan

El Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, ubicado en Uruapan, es un santuario natural que combina historia, leyendas y una gran riqueza ecológica. Fue declarado área natural protegida el 2 de noviembre de 1938, convirtiendo lo que antes fue una quinta campestre porfiriana en un espacio público destinado a la conservación y al disfrute.

Su nombre oficial es Parque Nacional Eduardo Ruiz, rinde homenaje al historiador local que donó los terrenos y promovió las tradiciones y relatos que rodean a este lugar.

Se localiza a tan solo cinco kilómetros del centro de Uruapan y cuenta con una extensión de 458 hectáreas, divididas en dos zonas: el área de río, de 20 hectáreas, que es la más visitada por sus senderos, cascadas y áreas recreativas; y la zona de montaña, que supera las 430 hectáreas, cubierta por densos bosques y de acceso más restringido.

El parque resguarda el nacimiento del río Cupatitzio, cuyo nombre en purépecha significa "río que canta", debido al murmullo constante de sus aguas.

A lo largo del recorrido puedes admirar cascadas como el Velo de Novia y la Tzaráracua, así como fuentes naturales como Copa de Oro y Arcoíris.

También destacan sitios llenos de leyenda, como "La Rodilla del Diablo", asociado a un antiguo relato popular.

En cuanto a biodiversidad, el parque alberga más de 400 especies de flora y fauna, algunas endémicas o en riesgo. Entre ellas se encuentran mamíferos como el ocelote, musarañas y murciélagos exclusivos de la región; anfibios como el tlaconete pinto; reptiles vulnerables y una gran variedad de aves, muchas bajo protección especial.

Su importancia va más allá del turismo: cumple un papel crucial en la regulación hídrica de la región, abasteciendo manantiales que sirven a la población, a la agricultura y a pequeñas plantas hidroeléctricas. Además, ofrece espacios para la recreación ecológica, comercio artesanal y actividades como la crianza de trucha arcoíris.

El Parque Nacional Barranca del Cupatitzio es un destino imperdible para quienes buscan un contacto profundo con la naturaleza y con la cultura michoacana, un lugar donde la historia y el medio ambiente conviven en perfecta armonía.