Zamora, joya colonial entre sabores y tradiciones

Zamora, Michoacán, es una ciudad que deslumbra por su historia, cultura y riqueza turística. Está ubicada al occidente del estado, a tan solo 2 horas de Morelia.

Fue fundada el 18 de enero de 1574 por orden del virrey Martín Enríquez de Almanza, durante la colonización española en la Nueva España. La ciudad fue establecida por los frailes agustinos, quienes también iniciaron su evangelización y la construcción de templos.

El nombre completo de la ciudad es Zamora de Hidalgo, en honor al cura independentista Don Miguel Hidalgo y Costilla.

Uno de sus mayores atractivos es el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe y también la Catedral de Zamora. Su estilo neogótico con imponentes torres lo convierten en uno de los templos más altos de Latinoamérica.

Su construcción inició el 2 de febrero de 1898, por más de 70 años quedó inconclusa debido a conflictos políticos y religiosos, incluyendo la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera. Fue retomada y concluída hasta finales del siglo XX.

El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Zamora tiene estilo neogótico porque fue concebido como una obra espiritual, artística y monumental inspirada en las grandes catedrales europeas del siglo XIX, especialmente las de Francia y Alemania.

El Centro Histórico de Zamora conserva casonas de época y plazas arboladas en donde descansan sus habitantes y turistas.

En cuanto a gastronomía, es famosa por sus chongos zamoranos, un postre tradicional elaborado a base de leche cortada, jugo de limón, azúcar y canela, que ha sido elevado a la categoría de Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2010. Los Chongos Zamoranos tienen su origen en los conventos de la época colonial,

A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra el Parque Nacional Lago de Camécuaro, un paraíso natural de aguas cristalinas rodeado de ahuehuetes centenarios. Es el lugar ideal para disfrutar de un paseo en lancha, hacer picnic o simplemente relajarse en un entorno verde.