La Secretaría de Educación Pública (SEP) también ha establecido sanciones para aquellos que incumplan con la prohibición, incluyendo multas que van desde 11,314 hasta 113,140 pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción y la reincidencia del infractor. Además, las autoridades pueden retirar la validez oficial de estudios a las escuelas que promuevan o permitan el consumo de alimentos no saludables en sus instalaciones. La aplicación de esta ley plantea un desafío en un país donde prohibiciones anteriores de comida chatarra han tenido dificultades para ganar tracción y la supervisión ha sido débil en las 255,000 escuelas de México. Sin embargo, la SEP está comprometida con la implementación de esta medida para proteger la salud y el bienestar de los estudiantes mexicanos. Esto podría ser una oportunidad para los nutriólogos, una carrera que si bien ha crecido en los últimos años pudieran ser clave en las nuevas generaciones, educando a la niñez de México. La voluntad de la familia también es un factor muy importante para cambiar ciertos hábitos. Parece que el problema es de todos, pero también la solución está en todos. La obesidad infantil sin duda un problema de salud pública que de no a tenderse podría aumentar en los próximos 10 años.