Agentes de la Patrulla Fronteriza asignados a la estación de Tucson arrestaron a un grupo de cinco inmigrantes ilegales provenientes de México.
El arresto se llevó a cabo en un escarpado paso de montaña al sur de Arivaca, Arizona. El clima era caluroso y el terreno era difícil, pero los agentes de Tucson sabían cómo manejar el asunto en el duro desierto de Sonora. Caballos, unidades especializadas de montaña y perros policía lograron intervenir y realizar el arresto.
Todos los hombres arrestados tenían antecedentes de violaciones migratorias y la mayoría de ellos tenían antecedentes penales dentro de los Estados Unidos con varias agencias policiales.