Los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos en la garita de San Luis, Arizona descubrieron un intento de contrabando de niños que involucró a un menor y arrestaron a una mujer en relación con el fallido intento de contrabando.
Los oficiales de la CBP asignados al Puerto de Entrada de San Luis I se encontraron con una ciudadana mexicana de 23 años y residente permanente legal.
Ella conducía un sedán Chevrolet 2013 y estaba acompañada por un niño pequeño durmiendo en el asiento trasero del vehículo.
Durante el examen primario, la mujer presentó un certificado de nacimiento estadounidense para el niño y alegó a los oficiales de CBP que ella era la madre. Los funcionarios del CBP observaron que el niño estaba en un sueño anormalmente profundo y no parecía tener la edad indicada en el certificado de nacimiento. A medida que avanzaba el examen, los oficiales de la CBP descubrieron que no había relación familiar entre la mujer y el menor y que el certificado de nacimiento, aunque legítimo, no pertenecía al niño. Además, el menor, un niño de 5 años, era ciudadano mexicano y no poseía documentos de ingreso válidos.
La mujer declaró que había dado sedantes para dormir al menor antes del intento de cruce para ayudar a evadir la detección.
"Sedar a los niños es una táctica peligrosa y común que vemos utilizada por los contrabandistas humanos que intentan evitar la detección a través de nuestros puertos de entrada", dijo Chris Leon, director del puerto del área de San Luis. "Nuestros oficiales de CBP están actualizados sobre las tendencias emergentes de contrabando y están comprometidos a salvaguardar nuestras fronteras, especialmente cuando se trata de la protección de los niños".
Los oficiales confiscaron el vehículo y la mujer fue entregada a las Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos.
La ley federal permite a los oficiales acusar a las personas por denuncia, un método que permite la presentación de cargos por actividad criminal sin inferir culpabilidad. Se presume que un individuo es inocente a menos que y hasta que se presenten pruebas competentes a un jurado que establezcan la culpabilidad más allá de una duda razonable.
