La Iglesia católica en México atraviesa una grave crisis vocacional, marcada por una caída alarmante en el número de sacerdotes activos y seminaristas en formación, lo cual pone en riesgo la atención pastoral en muchas diócesis del país. De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación, en 2024 se registraron 17 mil 449 sacerdotes en todo la nación. Sin embargo, algunas diócesis muestran cifras aún más alarmante. Por ejemplo, la Arquidiócesis Primada de México reportó una disminución de mil 686 sacerdotes en 2004 a solo mil 300 en 2024, lo que representa una pérdida de más del 20% en dos décadas. En Sonora no es la excepción y también hay un baja considerable. Además, la edad promedio del clero ha aumentado significativamente, alcanzando los 46.4 años, lo que implica un envejecimiento progresivo que podría afectar la capacidad de respuesta de la Iglesia en diversas comunidades, especialmente en zonas urbanas y marginadas. Uno de los datos más alarmantes proviene del Seminario Conciliar de México, donde en 2024 solo un seminarista fue ordenado sacerdote, una cifra muy inferior a las 10 o 12 ordenaciones anuales que eran comunes en años anteriores. Este seminario actualmente cuenta con solo 18 seminaristas mayores en formación. En contraste, la Arquidiócesis de Guadalajara presenta una realidad más alentadora, con 381 seminaristas mayores y 32 ordenaciones sacerdotales realizadas durante 2024, lo que la convierte en una excepción dentro del panorama nacional. Pero también algunas ciudades están creciendo y el reto es mayor.