La alimentación es importante para el desarrollo del ser humano desde que nace hasta que envejece, pero los malos hábitos alimenticios han acarreado varias enfermedades en la comunidad mexicana. Una mala alimentación puede acarrear una serie de problemas de salud graves y crónicos, que pueden afectar la calidad de vida y aumentar el riesgo de muerte prematura. Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en 2018, el 71% de los adultos en México tenían sobrepeso o obesidad y el 34% en los niños y adolescentes. La alimentación es un aspecto fundamental de la vida humana, y cambia significativamente a lo largo de la vida, a medida que crecemos y envejecemos, nuestras necesidades nutricionales y preferencias alimentarias también cambian, tanto en la cantidad como los productos, para el Chef Fernando Mencias esto es un problema muy común en la sociedad mexicana. Según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en 2018, el 63% de los mexicanos se preocupan por llevar una buena alimentación. Sin embargo, solo el 34% de los encuestados afirmaron que siempre o casi siempre siguen una dieta equilibrada y saludable. El no llevar una buena alimentación a corto plazo puede causar problemas digestivos como diarrea, estreñimiento, dolor abdominal y náuseas.La falta de nutrientes esenciales puede causar fatiga y debilidad muscular. También problemas en la piel cabello y uñas. Pero los problemas de salud a largo plazo pueden ser más peligrosos y el no alimentarse adecuadamente puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular, también se corre el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Puede causar obesidad, que es un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas. El riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de colon, el cáncer de mama y el cáncer de próstata. Enfermedades neurológicas y problemas de salud mental.