La Virgen de Guadalupe sigue siendo, año tras año, el centro de una de las expresiones religiosas y culturales más poderosas de México. Cada 12 de diciembre, miles de peregrinos recorren carreteras, pueblos y ciudades para llegar a la Basílica, en un acto que no solo refleja fe, sino identidad y pertenencia colectiva, y en Nogales esta devoción no se ha perdido. Autoridades de la Ciudad de México reportaron que en diciembre de 2022 la Basílica de Guadalupe recibió alrededor de 12.5 millones de visitantes durante las celebraciones del 12 de diciembre, rompiendo récords anteriores. En Nogales la Catedral también se llenó. La devoción guadalupana guarda paralelos con otros santuarios del mundo, como Fátima en Portugal o Lourdes en Francia que continúa siendo uno de los destinos católicos más visitados de Europa con alrededor de 3 millones de visitantes anuales, que también atraen a millones de fieles. Sin embargo, mientras esos destinos europeos mantienen una relevancia espiritual, la figura de Guadalupe incorpora un elemento que la vuelve única: su vínculo con la identidad mexicana. La imagen de miles de fieles caminando kilómetros para agradecer, pedir o simplemente cumplir una tradición es prueba de que la Virgen de Guadalupe sigue ocupando un lugar privilegiado en el corazón social del país. Una devoción que no disminuye con el tiempo: se transforma, se hereda y se reafirma cada diciembre.