Nogales está inmerso en la cadena de suministro de Estados Unidos. Aunque no fabrica armas completas, produce conectores, arneses, cables y componentes electrónicos utilizados en aplicaciones militares. Esto ubica a la frontera como un actor clave y estratégico para el nearshoring de defensa y tecnología, con repercusión en la soberanía industrial y la seguridad global. Mientras los conflictos armados cobran vidas y desplazan a millones, ciertos sectores económicos se fortalecen, acumulando ingresos récord en medio de la inestabilidad global. La industria militar estadounidense es el ejemplo más evidente. Lockheed Martin, uno de los principales contratistas del Pentágono, reportó ventas por más de 71 mil millones de dólares en 2024, y mantiene una cartera de pedidos de 176 mil millones, según Airforce Technology. Su segmento de misiles y sistemas de defensa creció un 13?%, generando $1.4 mil millones adicionales, de acuerdo con StockTitan. Otro gigante del sector, Raytheon (RTX), registró un aumento de 6?% en ingresos, aproximadamente $6.66 mil millones de dólares, con utilidades que subieron 74?% por la venta de sistemas Patriot, usados activamente en zonas en conflicto como Ucrania y Medio Oriente (Fuente:The Guardian). En el ámbito tecnológico, Palantir incrementó un 24?% sus ingresos gubernamentales, firmando contratos por $37 millones para inteligencia aérea y cibernética, según reportes de Reddit Finance.Las tensiones también influyen en los precios de la energía. El precio del crudo Brent subió 11?% en un solo día tras ataques recientes en Medio Oriente. Expertos advierten que, si se cierra el Estrecho de Hormuz ?paso clave del petróleo mundial?, los precios podrían llegar a $150 dólares por barril (Reuters, The Guardian). Mientras tanto, naciones y ciudades ajenas a los combates, como Nogales, Sonora, se ven beneficiadas por la fabricación de componentes electrónicos para uso militar, consolidando su posición como corredor industrial estratégico