La inteligencia artificial está conquistando terreno en la nutrición: es rápida, personalizada y tiene cada vez más aceptación. Pero aún no reemplaza la mirada humana y el acompañamiento profesional. El futuro se vislumbra como un trabajo integrado: IA que facilita y nutriólogos que interpretan, ajustan y sostienen el cambio. La inteligencia artificial (IA) está transformando la nutrición: hoy más personas recurren a aplicaciones inteligentes para planear sus comidas que a un profesional. Esta tendencia plantea una pregunta clave: ¿quién aporta más, el algoritmo o el experto humano? En una artículo de New York Post dice que de cada 3 estadounidenses el 35 % usa IA para gestionar su salud y bienestar, incluyendo asesoría para comidas un 25 % y ejercicio un 23 %. Además, 63 % confía más en la IA para información de salud que en redes sociales un 43 %, aunque sigue confiando más en los médicos 93%. Avena, una plataforma mexicana de nutrición, lanzó este año un asistente con IA que ha generado más de 25,000 respuestas y ha sido usado por 1,077 nutriólogos y médicos hasta ahora. La herramienta agiliza desde el envío de cuestionarios a pacientes hasta la generación de planes alimenticios personalizados en segundos. La tendencia ya se inclina hacia una sinergia: nutriólogos + IA. La tecnología automatiza y personaliza, el profesional analiza contextos clínicos, emocionales y culturales. Así no se trata de un duelo, sino de una colaboración.