Nutrir para no lamentar
La adecuada alimentación desde el embarazo hasta los dos primeros años de vida, conocidos como los "mil días críticos", es determinante para el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los niños y niñas. Diversas instituciones de salud coinciden en que una nutrición adecuada en esta etapa reduce significativamente el riesgo de enfermedades crónicas, mejora la capacidad de aprendizaje y favorece el desarrollo pleno de la infancia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la desnutrición crónica afecta al 11.5% de los niños menores de cinco años en México, una condición que tiene su origen en muchos casos desde la gestación. Esta cifra es especialmente preocupante en regiones con mayor pobreza, donde las mujeres embarazadas tienen un acceso limitado a alimentos nutritivos y a servicios médicos de calidad.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha señalado que invertir en la nutrición durante estos primeros mil días genera un retorno económico significativo a largo plazo, debido a la mejora del rendimiento escolar y la productividad laboral en la edad adulta. Según esta agencia, por cada dólar invertido en nutrición infantil, los países pueden obtener hasta 16 dólares en beneficios económicos futuros. En México se tiene el programa de los mil días, y recientemente poco más de 100 menores recibieron apoyos en Nogales.
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022 revela que el 27% de los lactantes menores de seis meses no son alimentados exclusivamente con leche materna, a pesar de las recomendaciones internacionales. La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida es uno de los pilares de la buena nutrición en esta etapa, junto con una dieta adecuada para la madre durante el embarazo.
La seguridad alimentaria empieza desde el vientre materno. La nutrición durante los primeros mil días no es sólo una cuestión de salud individual, sino una estrategia nacional de desarrollo social, humano y económico que puede marcar la diferencia entre generaciones.
