El año fiscal 2025, que concluyó el pasado 30 de septiembre, registró un récord de muertes de mexicanos bajo custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos, así como un aumento general en los fallecimientos de detenidos.
Según un reporte del American Immigration Council, basado en cifras oficiales del ICE, 23 personas murieron bajo custodia entre el 1 de octubre de 2024 y el 30 de septiembre de 2025, siendo este el año fiscal más mortal desde 2004.
Entre los fallecidos, siete eran mexicanos, un número récord que supera los cinco registrados en 2004 y 2005. El último de ellos, Miguel Ángel García Hernández, de 31 años, murió el 29 de septiembre tras ser baleado por un francotirador que atacó una sede del ICE en Dallas. En el mismo tiroteo perdió la vida también un migrante salvadoreño.
En contraste, durante 2024 no se registró ningún mexicano fallecido bajo custodia del ICE, lo que marca un cambio drástico en comparación con el año fiscal más reciente. De los siete mexicanos fallecidos, seis murieron durante la administración de Donald Trump, que inició el 20 de enero de 2025.
Tres de los 23 fallecimientos reportados fueron considerados suicidios, incluyendo el caso del mexicano Jesús Molina Veya, de 45 años, quien fue hallado colgado de una litera en el Centro de Detención Stewart, en Georgia. Estos casos han generado críticas sobre las condiciones de seguridad y supervisión en los centros de detención.
Uno de los casos que más polémica generó fue el de Abelardo Avelleneda Delgado, de 68 años, quien falleció el 5 de mayo durante su traslado al Centro de Detención Stewart. El reporte indica que el personal de emergencia no tomó medidas adicionales para salvarle la vida, pese a que Delgado había dejado de responder.
Otros casos incluyen a Ismael Ayala Uribe, de 39 años y ex beneficiario del programa DACA, quien falleció tras complicaciones de salud en el Centro Médico Victor Valley; Óscar Duarte Rascón, de 59 años, quien padecía alzhéimer, cáncer de riñón y hepatitis C y murió en Arizona; y Lorenzo Antonio Batrez Vargas, de 32 años, quien falleció en Florence, Arizona, por complicaciones relacionadas con diabetes.
Estos hechos reflejan un aumento preocupante en las muertes bajo custodia del ICE y han generado alerta sobre la seguridad y el trato a los detenidos, en especial a los mexicanos, que enfrentan riesgos significativos durante su permanencia en los centros de detención estadounidenses.