Biólogos del Departamento de Caza y Pesca del Estado de Arizona han publicado un nuevo estudio que muestra que los burros salvajes están devastando especies de plantas clave en el desierto de Sonora, amenazando a los saguaros y otra vida silvestre nativa.
Los investigadores encontraron que las áreas con burros tenían un 30% menos de cobertura del suelo y muchos menos saguaros jóvenes, que dependen de los árboles de palo verde y de madera de hierro para su protección.
Con una población de burros de Arizona estimada en más de 10 mil, muy por encima de los mil 400 considerados sostenibles, los hallazgos plantean nuevas preocupaciones sobre el daño ecológico a largo plazo y la gestión federal de los animales.