En el mundo hay más de dos mil millones de lectores, pero en México existen cifras negativas, que a pesar de los esfuerzos que hacen tanto instituciones gubernamentales como privadas y educativas por promover la lectura las estadísticas no son alentadoras.
Según en los últimos datos de la UNESCO cada año se publican 2,2 millones de libros en el mundo, otro dato interesante según las estadísticas el número de lectores a nivel mundial no ha dejado de crecer (1), del año 2017 al año 2022 de acuerdo al estudio incrementó a nivel mundial, actualmente son 2140 millones de lectores. Y se espera que para el año 2027 la cifra llegue a los 2,300 millones de lectores en el mundo. Cabe destacar que los lectores leen tanto libros digitales como impresos.
En el mercado mundial los libros generaron en el año 2022 màs de 80 mil millones de dólares, el 80 por ciento de facturación provenían de los libros impresos, sigue dominando el papel, pero también los otros formatos van en aumentó, por ejemplo los libros digitales o electrónicos obtuvieron una ganancia de 13 mil millones de dólares mientras los audiolibros alcanzaron los 5 mil millones de manera global y se calcula que estas cifras aumentarán en el futuro. Estados Unidos es el país que más dinero genera gracias a la industrial del libro, mientras que en México en datos de la INEGI en el año 2023 menos personas adultas dedican tiempo a la lectura el 68.5 por ciento de la población de 18 años y más se considera lectora , el porcentaje màs bajo de los últimos siete años.
Leer es un hábito que no muchos tienen y menos se interesan inculcarle en los niños, según datos del INEGI se reveló que la población no lectora, no recibió estímulos para interesarse por los libros, el 83 por ciento dijo que no la llevaron a la biblioteca o librerías, el 79.7 por ciento dijo que sus padres o tutores no le leían y el 60.7 por ciento no tenían libros distintos a los de texto en casa. Pero además el 60 por ciento dijo que sus maestros no los motivaban a visitar las bibliotecas.
En Nogales se tiene el conocimiento de que existen varios cubles de lecturas en diferentes instituciones en los distintos niveles académicos, además la misma biblioteca pública ofrece varios talleres de lectura así como de critica literaria y otros cursos que tienen que ver con la lectura o escribir en alguno de los géneros literarios.