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04 de Diciembre del 2024
Ecología

Sequía en Argentina deja al descubierto pueblo fantasma

Sequía en Argentina deja al descubierto pueblo fantasma
Por: Ángel Espinoza Alonso
Guadalajara
24-02-2023

Debido a la grave sequía que azota a Argentina, un pueblo fantasma, de lo que fue Miramar antes de 1970, emergió dejando un paisaje nostálgico y un incremento en el turismo.


Tras poco más de cinco décadas de haber sido inundada en la década de 1970 por el crecimiento de la gran laguna "Mar Chiquita", ubicada al noroeste de la provincia de Córdoba, la grave sequía que atraviesa Argentina ha provocado que se vaya secando, y con ella ha emergido parte del pueblo de Miramar de Ansenuza. Espectacular fenómeno que ya ha dado de qué hablar a nivel mundial.

Desde 2017, el nivel del "Mar Chiquita" ha bajado casi cuatro metros y medio, lo cuál ha dado como principal consecuencia el cambio climático del ecosistema local y la alteración del ambiente de Córdoba.

De acuerdo a la historiadora Mariana Zapata, la reaparición de la antigua Miramar es consecuencia de la grave sequía que ha azotado al país, y que ha dejado en los últimos años lluvias por debajo de la media histórica.

Así mismo, Anabela Caffer, guía del Museo de Ciencias Naturales de la laguna Mar Chiquita, este cuerpo de agua es "testigo del cambio climático" y en los años 1970 fue la laguna más perjudicada por este fenómeno.

ATRACTIVO TURÍSTICO

Según Zapata, antes de la gran inundación, "Miramar" era considerado el "destino turístico por excelencia" de la provincia de Córdoba, principalmente por la abundancia de sus alojamientos turísticos, una rambla de tres kilómetros, piletas de agua dulce y locales de esparcimiento. Sus 110 hoteles, hospedajes y hosterías le permitieron contar en ese entonces con una capacidad para recibir a hasta "70 mil turistas por temporada", señala la historiadora.

FENÓMENO CÍCLICO

A pesar de que el bajo nivel en la laguna Mar Chiquita podría considerarse "fenómeno cíclico", es importante destacar que entre el 2022 y lo que va del 2023 sufrió una disminución de 70 centímetros en su nivel. Por tal motivo se trata de una baja histórica, mayor a la de 2013.

Este paisaje, además de causar nostalgia entre los locales, se ha convertido en un atractivo turístico en el verano local, que aproximadamente inicia a mediados de diciembre y culmina a mediados de marzo.

Los visitantes ahora pueden recorrer las ruinas de diversa infraestructura del pueblo y apreciar algunos detalles que aún se conservan intactos.





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