En la ciudad de Nogales, el manejo de las aguas residuales es una pieza clave en la infraestructura urbana: detrás de las tuberías y los colectores subyace todo un proceso técnico que permite recuperar, tratar y reutilizar el agua para cerrar el ciclo hídrico. Sin embargo, recientes denuncias sobre fugas y vertidos en zonas habitacionales ponen en evidencia la tensión entre ese objetivo y los desafíos de una ciudad en constante crecimiento.
En la colonia Colonia La Mesa se presentó una denuncia en la cual vecinos señalan que una planta tratadora de aguas negras presenta fugas que generan una laguna de fluidos residuales, lo que representa un foco de infección y contaminación ambiental. Las precipitaciones recientes han sido motivo que, según autoridades municipales, saturaron el sistema de drenaje y provocaron que el volumen excedente.
La principal instalación de tratamiento de agua residual es la de Los Alisos, ubicada en la cuenca de Los Alisos. La planta cuenta con una capacidad instalada de 220 litros por segundo (l/s) y actualmente se realiza un tercer módulo para incrementarla a 330 l/s, lo que permitirá dar servicio a más de 261 mil habitantes del municipio. Este equipamiento adicional pretende reducir las descargas excedentes hacia infraestructuras internacionales y mejorar la calidad del efluente que se reintroduce al ambiente o se reutiliza.
En Nogales, el reto es doble: atender el crecimiento demográfico, el desarrollo urbano y la demanda de retornos de agua tratada que pueden emplearse para usos industriales, riego o recarga de mantos acuíferos. Según datos del OOMAPAS la planta los alisos, tiene una capacidad de 330 litros por segundo, Lomas de Anza 35 L/S y Puerta de Anza 45 l/s.