Un regalo impulsivo puede convertirse en un animal en la calle

Llego diciembre y con él la decisión de que regalar a nuestros hijos en navidad, tal vez un video juego, una bicicleta, pero hay muchas familias que consideran una mascota como regalo navideño, y la realidad es que debido a la falta de compromiso en el cuidado de estos, se da la proliferación de animales en abandono, principalmente perros.

Con la llegada de la temporada navideña, muchas familias contemplan la idea de regalar un perro o gato como sorpresa bajo el árbol. Lo que parece un gesto de cariño puede convertirse, lamentablemente, en una condena para el animal. Numerosos especialistas y organizaciones advierten que regalar mascotas en Navidad, suele terminar en abandono, debido a falta de previsión sobre los cuidados que implica tener un animal de compañía. En México se estima que hay al menos 29.7 millones de perros y gatos viviendo en las calles. Cada año se suman aproximadamente 500 000 nuevos abandonos. 

Un estudio de Mars Petcare reveló que entre quienes abandonaron a sus perros en la calle, el 40 % lo hizo por falta de tiempo o compromiso, el 32 % por vivir en espacios pequeños, y el 23 % por comportamiento del animal. Solo el 10 % citó los costos de alimento o veterinario como motivo. Por lo anterior un niño, tampoco tiene la capacidad de responsabilizarse de un animal.

Organizaciones de protección animal advierten que muchos refugios registran un incremento significativo de entregas o abandonos justo después de las fiestas decembrinas, cuando quienes recibieron una mascota como regalo se dan cuenta de que no pueden asumir su cuidado. 

Regalar una mascota en Navidad puede parecer una idea encantadora, especialmente para niños o jóvenes ilusionados. Sin embargo, las cifras y experiencias muestran que, sin compromiso, espacio o conciencia, es una práctica que contribuye directamente al abandono masivo de animales en México. Con casi 30 millones de perros y gatos en situación de calle, cada mascota "regalada" sin responsabilidad puede convertirse en un nuevo ser vulnerable, expuesto a la soledad, el hambre, enfermedades o accidentes.