 
                                    La Ciudad de los Portales se llena de color, tradición y alegría con la llegada del Festival de la Calaca, una celebración que une a familias, turistas y artistas para rendir homenaje a los fieles difuntos al estilo sonorense.
Desde días antes, calles, comercios y casas se adornaron con flores de cempasúchil, papel picado, catrinas gigantes y altares que evocan el espíritu del Día de Muertos, el ambiente festivo se siente en cada rincón del Pueblo Mágico de Álamos, que se declara listo para recibir a los visitantes.
De acuerdo con María José Barriga, coordinadora de Turismo en el municipio, el festival dará inicio el 31 de octubre en el Museo Costumbrista, con un colorido desfile de catrinas y calaveras vivientes que recorrerá las calles principales.
El año pasado, el evento reunió a más de 25 mil personas, quienes disfrutaron de presentaciones artísticas, exposiciones y la imponente presencia de la catrina más grande del estado, una figura monumental de ocho metros de altura que se convirtió en el símbolo del festival.
"Es una tradición muy bonita, porque nos enseña a valorar nuestras raíces y a disfrutar en familia. La ciudad se ve preciosa decorada", comentó una de las asistentes.
Durante tres días, el festival ofrecerá actividades culturales, música en vivo, altares, concursos y recorridos por las plazas históricas, donde los visitantes aprovechan para tomarse fotos y disfrutar del ambiente.
Prestadores de servicios turísticos señalaron que el evento impulsa la economía y que la llegada de visitantes de distintos municipios y estados deja una importante derrama económica.
Con su mezcla de historia, color y tradición, el Festival de la Calaca convierte a Álamos en un escenario vivo que celebra la memoria, la cultura y el arte popular mexicano.