Así operan los cárteles mexicanos que emplean drones

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) advirtió que los cárteles mexicanos han encontrado en los drones una herramienta clave para sus operaciones criminales debido a su fácil acceso, bajo costo y capacidad para transportar cargas explosivas.

La información proviene de documentos filtrados a través de Guacamaya Leaks, donde se detalla que estos aparatos son difíciles de detectar, requieren equipo especializado para neutralizarlos y cuentan con navegación precisa que facilita su uso en ataques.

Ante el crecimiento del uso de drones por parte del crimen organizado y la falta de regulación efectiva, el Congreso aprobó a finales de abril reformas a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos para castigarlo. Sin embargo, la oposición aseguró que los cambios no son suficientes para frenar el aumento de estos dispositivos en actos violentos, pese a la presión ejercida por el Ejército para avanzar en la legislación.

De acuerdo con las Fuerzas Armadas, los grupos criminales emplean drones tanto en ataques simples como en operativos múltiples, además de utilizar "drones suicidas", equipados con cargas explosivas o mecanismos de liberación. Los cárteles que más recurren a esta tecnología son el Cártel Nueva Generación (CNG), Cárteles Unidos y el Cártel de Santa Rosa de Lima, activos principalmente en Jalisco, Michoacán y Guanajuato.

Los documentos también revelan que el crimen organizado no solo adquiere drones comerciales, sino modelos de alta gama capaces de incorporar cámaras térmicas, sistemas de impacto, objetivos ubicados a kilómetros y explosivos de uso militar, industrial e incluso químico. Esta capacidad se ha visto reforzada por el reclutamiento de exmilitares y exguerrilleros colombianos especializados en explosivos y tácticas militares, especialmente por los cárteles de Sinaloa y Nueva Generación.

Según Sedena, desde 2017 aumentó la incautación de drones explosivos en Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Puebla. En Michoacán, los municipios más afectados por su uso son Aguililla, Aquila, Chinicuila, Coalcomán y Tepalcatepec. El reporte señala que de cada 12 ataques con artefactos explosivos lanzados desde drones, al menos nueve soldados y dos policías han perdido la vida. Además, los ataques pueden involucrar hasta tres drones al mismo tiempo, aunque en atentados dirigidos a una persona suelen utilizar solo uno de precisión.

Para enfrentar esta amenaza, la Sedena propuso crear un Batallón de Respuesta a Emergencias por Artefactos Explosivos Improvisados (AEI) dentro de la Guardia Nacional, aunque la unidad aún no ha sido puesta en marcha. La preocupación militar también se centra en el incremento del comercio de drones en México, especialmente aquellos con capacidad de carga. 

El documento JW-10 Mesa de Explosivos detalla que la importación de drones pasó de 273 operaciones en 2019 a 760 en 2021. En total, entre 2019 y 2021 se realizaron 1 522 compras de drones, principalmente provenientes de China (730 operaciones), Hong Kong (547) y Estados Unidos (212). También llegaron de países como Suiza, Canadá, Alemania, Corea, Arabia Saudita, Singapur y Panamá. 

En cuanto a refacciones, México pasó de 670 importaciones en 2019 a 1 742 en 2021, con un total de 3 267 operaciones en tres años. Sedena advirtió que fue en 2020 cuando aumentó el uso de drones comerciales comprados legalmente en México para realizar ataques con explosivos, lo que ha intensificado la urgencia de reforzar la regulación y las capacidades de respuesta.