El caso de San Ignacio Río Muerto, donde los bomberos del municipio no pueden atender reportes porque todas sus unidades extintoras están descompuestas, es un ejemplo de lo que se vive en todo el estado.
Omar Gustavo Mendoza Sañudo, presidente de la Asociación de Bomberos de Sonora, declaró que de los 41 Cuerpos de Bomberos que hay en el estado, 20 trabajan en condiciones vulnerables, esto al no contar con recursos, equipo necesario, ni el personal que opere en condiciones laborales adecuadas.
El caso de San Ignacio Río Muerto es un ejemplo extremo de esta crisis. Los 23 bomberos del municipio son voluntarios y no reciben paga alguna, y sus unidades extintoras están descompuestas, lo que les impide atender reportes de emergencia. Esta situación no es aislada, ya que otros municipios como Quiriego y Arizpe también enfrentan problemas similares.
La falta de recursos para los bomberos en Sonora es un problema que viene de años atrás. Hace casi una década, existía un patronato estatal que apoyaba a municipios como San Ignacio Río Muerto, pero desapareció debido a intereses particulares. Aunque la Asociación de Bomberos reactivó un nuevo patronato estatal este año, aún no cuenta con recursos para operar.
La distribución de recursos en el estado es desigual. Solo 21 de los 41 cuerpos de bomberos en Sonora reciben recursos provenientes del reemplacamiento vehicular, y la mayoría de estos recursos se concentran en unos pocos departamentos. Hermosillo, por ejemplo, recibe el 50% de la bolsa estatal, lo que deja a otros municipios con muy pocos recursos para atender emergencias.