El 30 de noviembre de 2025 marcó de manera oficial el cierre de la Temporada de Ciclones Tropicales en las cuencas del Océano Pacífico y del Atlántico, finalizando también el periodo de lluvias asociadas a estos sistemas que afectaron diversas regiones de México. Desde el inicio del año, los pronósticos anticipaban una actividad considerable, estimando entre 16 y 20 ciclones con nombre para el Pacífico y de 13 a 17 para el Atlántico. Con el recuento final, se confirmó que la temporada no solo cumplió con las expectativas, sino que en algunos aspectos las superó.
Actividad ciclónica en ambas cuencas
Durante el 2025 se registraron 31 ciclones tropicales con nombre, un número significativo que refleja la intensidad de la temporada. En el Océano Pacífico se formaron 18 sistemas, divididos en 8 tormentas tropicales y 10 huracanes. La actividad inició el 28 de mayo con la tormenta tropical Alvin, marcando el comienzo de un periodo constante de formación de sistemas.
En el Atlántico se desarrollaron 13 ciclones, compuestos por 8 tormentas tropicales y 5 huracanes. La primera formación en esta cuenca fue Andrea, el 24 de junio, que abrió paso a una serie de eventos que mantuvieron en vigilancia a las autoridades a lo largo del verano y otoño.
Impactos directos e indirectos en México
A lo largo de la temporada, dos sistemas tocaron directamente territorio mexicano. En el Pacífico, el huracán Erick dejó importantes acumulaciones de lluvia y afectaciones en comunidades costeras. En el Golfo, la tormenta tropical Barry también provocó daños, especialmente por precipitaciones intensas.
Además de estos impactos directos, otros ciclones como Dalila, Ivo, Mario, Raymond y el huracán Lorena no ingresaron al país, pero sí ocasionaron efectos notorios: oleaje elevado, viento fuerte y lluvias persistentes en varios estados del litoral.
Una temporada intensa que cierra en calma
Con la conclusión del periodo ciclónico, autoridades recomiendan mantener precaución ante posibles remanentes de humedad y suelos inestables. El balance final confirma una temporada activa que dejó múltiples aprendizajes y subraya la importancia de la preparación ante fenómenos meteorológicos.
