Un severo daño ambiental se estaría generando en esteros y bahías del sur de Sonora debido al uso indiscriminado de bombas de alta potencia en granjas acuícolas de camarón, advirtieron líderes del Frente Pesquero del Sur de Sonora, quienes calificaron la situación como un "ecocidio silencioso" que pone en riesgo la sostenibilidad del sector pesquero.
En un documento dirigido a Célida López Cárdenas, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura (Sagarhpa), representantes de cinco cooperativas pesqueras exigieron acciones urgentes para frenar el deterioro de estos ecosistemas.
Los cooperativistas señalaron que los efectos más graves se están presentando en las zonas de Santa Bárbara, Aquiropo, Riíto, Boca del Río Mayo y Siáric, donde la operación desmedida y sin regulación de las granjas ha provocado serios estragos.
Entre los impactos más preocupantes, mencionaron:Azolvamiento de canales por operación intensiva de bombas, lo que impide el flujo natural del mar y dificulta la navegación, muerte masiva de larvas silvestres, succionadas por sistemas de captación sin filtros adecuados, sobreexplotación de cuerpos de agua, agravada por tecnologías agresivas como las bombas tipo "colombianas".
Los firmantes entre ellos Rigoberto Gastélum, Eleazar López, Humberto Ruiz, Miguel Ángel Galaviz y José Luis Gastélum, representantes de cooperativas de Huatabampo, Yavaros, Médanos Blancos y otras solicitaron la intervención inmediata de Sagarhpa y Semarnat con medidas concretas:
- Inspecciones ambientales a las granjas acuícolas.
- Instalación obligatoria de sistemas excluidores de larvas.
- Dragado de esteros, con recursos aportados por las propias empresas.
- Reforma a las normas de captación de agua marina.
- Creación de canales alternos para reducir el impacto en estuarios.
Los dirigentes informaron que los esteros, bahías y estuarios no son cuerpos de agua ordinarios, sino ecosistemas clave para la reproducción y crecimiento de especies marinas y silvestres, por lo que su degradación representa una amenaza directa al equilibrio ecológico y a la economía de cientos de familias pescadoras.