Con más de seis décadas de antigüedad, el Dren Navojoa se ha convertido en algo más que un vestigio urbano: hoy representa una amenaza latente para la salud pública, según denuncias ciudadanas que apuntan a la proliferación masiva de moscos y riesgo de dengue.
Las altas temperaturas, sumadas a descargas de aguas residuales y el crecimiento de maleza en zonas abiertas del dren, han generado condiciones ideales para que el insecto transmisor del dengue encuentre un refugio perfecto entre las colonias del poniente de la ciudad.
"Ya se sienten más moscos en estos sectores, y las fumigaciones no han llegado", expresó Román Zamorano, dirigente de la Asociación El Poder del Pueblo de Sonora.
"La respuesta oficial es que no hay riesgo, pero la realidad en las calles es otra".
El Dren fue parcialmente embovedado hace casi 20 años para permitir la construcción del bulevar Centenario, pero más de la mitad de su extensión alrededor de 6 km permanece al aire libre, sin mantenimiento suficiente.
A lo largo del año, los vecinos soportan los olores fétidos que emanan del dren, pero en temporada de calor, el problema escala a una posible crisis sanitaria, debido a los criaderos de mosquitos que se generan con las aguas negras y el estancamiento.