La apicultura en Sonora atraviesa una de sus peores crisis debido a la sequía, la falta de flora y la ausencia de apoyos gubernamentales, estos factores han impactado gravemente la producción de miel, reduciéndola en más del 60% en los últimos años.
En la comunidad del Chucarit, municipio de Etchojoa, don José Morales y su familia han dedicado 47 años a esta labor, pero hoy enfrentan un panorama desalentador, "antes cosechábamos hasta 24 tambores de miel, ahora apenas llegamos a 3 o 6", lamentó.
El girasol, el mezquite, el guamúchil y la flor silvestre eran esenciales para la alimentación de las abejas, pero la falta de lluvias y la reducción de cultivos en el valle han provocado que estos recursos sean cada vez más escasos.
Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción de miel ha registrado una caída alarmante en los últimos años:
2019: 540 toneladas.
2023: 75 toneladas.
2024: Apenas 27.7 toneladas, lo que representa una disminución de más del 60%.
Don José y muchos otros productores solicitan apoyos por parte del gobierno para poder continuar con su labor. "Sin ayuda, esta tradición que ha pasado de generación en generación podría desaparecer", advirtió.
A pesar de las dificultades, la familia Morales sigue cuidando con esmero sus colmenas, con la esperanza de que regresen las lluvias y, con ellas, la floración que tanto necesitan las abejas para seguir produciendo miel.