Etnia guarijío cumple cuatro meses en protesta

La toma del edificio del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en San Bernardo, Álamos, cumple ya cuatro meses, y los integrantes de la etnia guarijío afirman que están dispuestos a mantenerse ahí durante Navidad y Año Nuevo si las autoridades no atienden sus demandas.

El movimiento inició el 11 de agosto ante el presunto incumplimiento de 13 acuerdos del Plan de Justicia.

"Aquí seguiremos. No nos iremos hasta que asuman compromisos reales", declaró Héctor Zayla Enríquez, gobernador de la comunidad de Makurawe y portavoz del plantón.

Acusan falta de atención de los tres niveles de gobierno

Aseguró que la comunidad siente que las autoridades han optado por "apostarle al desgaste" de los manifestantes, al no ofrecer soluciones concretas ni avances visibles.

"Ha faltado mucha atención. Parece que esperan que nos cansemos o nos enfademos, pero eso no va a pasar", señaló el representante comunal.

Los guarijíos han denunciado que, a pesar de múltiples mesas de diálogo, no existe un compromiso formal ni fechas de cumplimiento.

Exigen obras y apoyos prioritarios para la comunidad

Entre las demandas de la etnia se encuentran proyectos que consideran esenciales para su desarrollo y supervivencia:

- Programas de vivienda digna

- Recuperación de territorio ancestral

- Impulso al tianguis turístico y a la actividad pesquera

- Construcción del acueducto Los Estrados?Guajaray

- Caminos artesanales hacia Los Pilares, San José y Makurawe

- Albergue para estudiantes en Álamos

- Puentes en El Arroyo, San Bernardo y Techobampo

Los manifestantes señalan que se trata de compromisos previamente acordados y hoy olvidados.

Advirtió que el Plan de Justicia para los Guarijíos, impulsado por el Gobierno Federal, no refleja las verdaderas necesidades de la comunidad.

"El Plan maneja otra agenda, otros programas. Se habla del Segundo Piso de la Transformación, pero con los guarijíos ni el primero ha empezado", manifestó.

De acuerdo con los manifestantes, las propuestas gubernamentales son insuficientes y no consideran la realidad de vida de las familias guarijías.

Cuatro meses de resistencia y ninguna solución

Mientras el plantón continúa, los integrantes de la etnia mantienen guardias, cocinan en el sitio y organizan actividades comunitarias para sostener la protesta.

Afirman que solo levantarán la toma cuando exista un acuerdo escrito, claro y con plazos definidos.

Por ahora, la etnia guarijío insiste en una sola postura: no se retirarán hasta ser escuchados y atendidos.