La reciente imposición de un arancel del 17.09% al tomate mexicano por parte del Departamento de Comercio de Estados Unidos ha encendido las alarmas entre productores agrícolas del sur de Sonora, quienes advierten sobre consecuencias económicas graves para la región, ya afectada por la falta de agua y las restricciones comerciales.
Rafael Orduño Valdez, presidente de la Asociación de Horticultores de Huatabampo, calificó la medida como "un nuevo obstáculo para la viabilidad del campo", y dijo que el incremento en los costos de exportación podría hacer insostenible el envío de tomate al mercado estadounidense, aún cuando los precios internacionales sean relativamente altos.
"Con un precio de ocho dólares por caja, un arancel como este nos deja sin margen, simplemente no se puede competir", lamentó el dirigente.
Aunque en Huatabampo actualmente se cultiva poco tomate de exportación, el líder hortícola destacó que la medida afectará a toda la cadena de valor hortícola en el Valle del Mayo, donde se siembran alrededor de 800 hectáreas de productos como tomate, tomatillo, chile, calabaza y cebolla, muchas de ellas con intención de exportación o comercialización nacional.
"Es un golpe doble: no hay agua y ahora tampoco hay condiciones justas para exportar", señaló Orduño.
El conflicto entre productores mexicanos y autoridades comerciales de EE.UU. no es nuevo. Orduño recordó que en el año 2000 se había logrado un acuerdo para evitar precisamente este tipo de aranceles, en un intento por proteger el mercado del Valle de Florida. Hoy, más de dos décadas después, las viejas disputas resucitan con fuerza, afectando nuevamente a los agricultores mexicanos.