La fuga de Saúl Francisco Hernández Tenorio, alias "El Ponchis" o "El Fantasma", líder de un brazo armado del grupo criminal Los Salazar, ha desencadenado una serie de detenciones y sacudido las estructuras de seguridad en Sonora. A solo 39 días de su detención, el capo logró escapar del Centro de Reinserción Social (Cereso) 1 de Hermosillo el pasado 4 de mayo, poniendo en evidencia fallas graves dentro del sistema penitenciario y posibles actos de corrupción.
Tras este suceso, Gerardo Chavero Bernal, Coordinador Estatal del Sistema Penitenciario, fue detenido el 22 de mayo a las 11:40 horas en la colonia Periodista de Hermosillo. La detención fue ejecutada por la Policía Estatal Investigadora y confirmada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES), que no reveló inicialmente el nombre del funcionario aprehendido, pero aseguró que las investigaciones llegarán "hasta donde existan responsabilidades, sea quien sea".
Además, se investiga la participación de otros funcionarios, incluido Manuel Márquez Loya, un mando del penal, cuya detención no ha sido oficialmente confirmada. En paralelo, la Fiscalía ya ha detenido a cuatro empleados del penal por los delitos de evasión de presos, asociación delictuosa y abuso de autoridad.
La fuga de "El Ponchis" no solo desató un operativo de búsqueda y una recompensa de un millón de pesos por su captura, sino que también derivó en la salida del titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Víctor Hugo Enríquez, quien había anunciado su renuncia previamente, aunque su salida se habría acelerado por conflictos internos dentro del gabinete de seguridad.
"El Ponchis" es considerado uno de los líderes más peligrosos de Los Salazar, facción del Cártel de Sinaloa, vinculada a homicidios, narcobloqueos y al asesinato del jefe ministerial José Saúl Martínez Trillas. Era uno de los 10 criminales más buscados por la Fiscalía de Sonora, que duplicó la recompensa tras su evasión.
El escape se mantuvo en secreto durante más de 48 horas. Según líneas de investigación, el líder criminal celebró una "pisteada" el día de su fuga, y se especula que pudo huir entre los visitantes o incluso en una ambulancia. Alarmantemente, su ausencia fue detectada hasta el siguiente pase de lista, un día después.
Finalmente, la narrativa oficial también se ha visto comprometida: tras presumir su captura como "un certero golpe al crimen organizado", el gobierno estatal eliminó las publicaciones y enlaces que celebraban el logro, profundizando aún más la crisis de credibilidad y transparencia en torno al caso.