Las casas olvidadas tras la tormenta: familias vulnerables siguen esperando apoyo

A casi 20 días del paso de las lluvias provocadas por la tormenta tropical Lorena, los estragos aún son visibles en las comunidades rurales del municipio, sin embargo, para muchas familias afectadas, la emergencia continúa sin que llegue la ayuda oficial.

Tal es el caso de Flora Jusacamea, habitante de la comunidad de El Recodo, quien vio desplomarse parte de su vivienda de adobe durante la fuerte tormenta. La zona colapsada era el espacio donde se quedaban su padre y su hermana.

Flora relata que, durante la noche de lluvias intensas, logró sacar a su padre a tiempo, antes de que el techo colapsara. "Se escuchó un estruendo horrible, y al poco rato se vino abajo esa parte de la casa, si mi papá hubiera estado ahí, quién sabe qué estaríamos contando ahora", dijo, aún conmovida.

La estructura, construida con materiales precarios, presenta grietas profundas y zonas que amenazan con caer. Hoy, la familia vive entre el miedo y la incertidumbre, pues el resto de la casa podría venirse abajo en cualquier momento.

Mientras los días pasan y las autoridades brillan por su ausencia, vecinos de la misma comunidad se han organizado para donar láminas y ayudar en la reconstrucción básica. Pero los recursos son limitados, y el esfuerzo colectivo no es suficiente para enfrentar una situación de esta magnitud.

"Nos están ayudando como pueden, pero hasta ahora nadie del gobierno municipal ni estatal ha venido a ver cómo quedamos después de la tormenta", denunció Flora.

Como la de Flora, hay muchas otras casas afectadas en comunidades rurales, a pesar de que las lluvias causaron daños severos, se trata, en su mayoría, de viviendas humildes hechas de adobe o madera, habitadas por familias en condiciones de vulnerabilidad.

Mientras en redes sociales y comunicados oficiales se presume "atención oportuna" a las zonas afectadas por Lorena, en el terreno la realidad es otra. Familias como la de Flora siguen durmiendo entre paredes cuarteadas, esperando que alguien voltee a ver lo que la tormenta dejó y lo que el gobierno ha olvidado.