Una vez más, la quema de gavilla en campos agrícolas cercanos a zonas urbanas encendió la indignación de decenas de habitantes en Navojoa, quienes denunciaron este martes la recurrente contaminación ambiental generada por esta práctica prohibida, pero tristemente común.
Vecinos de colonias como Pradera Dorada, Brisas del Valle y La Joya reportaron que el humo denso y el olor a material quemado persistieron durante horas, obligando a familias enteras a encerrarse en sus viviendas ante la imposibilidad de respirar con normalidad.
A través de redes sociales, ciudadanos compartieron imágenes de columnas de humo visibles desde diferentes puntos de la ciudad y relataron los efectos inmediatos en su salud, especialmente en niños, personas con asma y adultos mayores.
residuos agrícolas tras la cosecha de trigo está prohibida por la legislación ambiental mexicana, debido a los gases tóxicos que libera, incluyendo restos de fertilizantes e insecticidas.
A pesar de ello, muchos productores la siguen utilizando como método barato y rápido de limpieza, ignorando los riesgos a la salud pública y al medio ambiente.
Según ambientalistas locales, este tipo de quemas generan contaminantes como material particulado fino (PM2.5), dióxido de carbono, monóxido de carbono y compuestos cancerígenos, que pueden causar irritación ocular, problemas respiratorios y enfermedades crónicas.
Además de la contaminación, la quema descontrolada eleva el riesgo de incendios accidentales, que pueden alcanzar zonas habitadas, como ha ocurrido en años anteriores. A pesar de ello, denuncian los habitantes, las autoridades rara vez sancionan a los responsables.
Ciudadanos y activistas ambientales hacen un llamado a las autoridades municipales y estatales para que se endurezcan las sanciones y se impida de manera efectiva la quema de residuos agrícolas, fomentando alternativas sustentables para el manejo de desechos del campo.