Gruma, la principal productora mexicana de maíz, reportó una ganancia neta de 132,6 millones de dólares en el tercer trimestre de 2025, un incremento del 3% respecto al mismo periodo de 2024
Aunque la mayor parte de sus ingresos proviene del extranjero, el desempeño de la empresa tiene un impacto directo en México: GIMSA, su filial nacional, mantiene estabilidad en ventas y asegura la producción de tortillas y derivados de maíz, alimentos básicos de la dieta mexicana.
Las operaciones fuera de México representan el 72% de las ventas netas y el 80% del Ebitda de Gruma.
En Europa, las ventas crecieron 15%, mientras que en Asia y Oceanía, el volumen aumentó 10%, reforzando la presencia global de un producto originario de México.
Este crecimiento internacional beneficia indirectamente al país, pues refuerza la marca México en el extranjero y genera divisas, así como oportunidades de inversión y empleo en las plantas mexicanas
Estados Unidos y la línea "Better for You"
En Estados Unidos, el mercado más importante fuera de México, Gruma logró un margen Ebitda de 21.1%, apoyado en productos saludables como la línea Better for You.
Esto demuestra que los productos tradicionales mexicanos, como tortillas y harina de maíz, tienen demanda global y pueden competir en mercados exigentes, lo que fortalece la industria alimentaria nacional y abre oportunidades de exportación.
México y Centroamérica: producción y empleo
En México, GIMSA aumentó 1% sus ventas, mientras que en Centroamérica, Gruma reportó un incremento del 5% en volumen de ventas y 31% en Ebitda.
Esto no solo asegura la disponibilidad de productos básicos, sino que mantiene empleos locales y estabilidad para agricultores y distribuidores de maíz, pieza clave de la economía rural.
Durante el trimestre, Gruma invirtió 44 millones de dólares en equipos operativos, ampliación de plantas y sistemas solares, fortaleciendo la infraestructura que respalda la producción nacional de alimentos esenciales.
El crecimiento internacional de Gruma no es solo un logro financiero: asegura precios competitivos de maíz y tortillas, fomenta la innovación en alimentos mexicanos y coloca productos nacionales en mercados globales, beneficiando tanto a productores como a consumidores locales