"Patitas", símbolo de justicia pendiente: un año de indignación en Navojoa

Un año ha pasado desde que la imagen de una perrita colgando del cuello desde un auto en movimiento conmovió y enfureció a la ciudadanía de Navojoa.

La historia de "Patitas" como fue apodada por la comunidad no solo dejó una profunda herida entre defensores de los animales, sino que hoy, 12 meses después, se ha convertido en un caso que representa la lucha contra la impunidad en temas de maltrato animal.

Fue el 6 de julio de 2024 cuando redes sociales estallaron con la fotografía del Chevrolet Cruze azul, desde el cual se veía al animal suspendido por una cadena, la escena fue tan estremecedora como indignante, días después, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) confirmaría la muerte de la perrita por asfixia y traumatismo laríngeo, evidenciando un caso grave de crueldad.

Desde entonces, la sociedad navojoense no ha dejado de pedir justicia. Grupos de activistas, colectivos ciudadanos y defensores de derechos animales han mantenido la presión en redes y en las calles, exigiendo una resolución que siente precedente y evite que casos como este vuelvan a ocurrir.

La dueña de "Patitas", reconoció públicamente ser responsable, pero calificó lo ocurrido como un "descuido", en una carta que circuló días después de los hechos. La Fiscalía solicitó y obtuvo orden de aprehensión, pero un amparo interpuesto por la acusada impidió su captura, lo que generó aún más molestia entre la población.

Ambos amparos presentados por la mujer, uno contra la detención y otro para invalidar el cateo, fueron desechados por el Poder Judicial, permitiendo que el proceso continuara.

Sin embargo, a pesar de ser vinculada a proceso el 3 de septiembre de 2024, la acusada continúa en libertad bajo suspensión condicional del proceso, mientras el juicio avanza lentamente.

Actualmente, la causa penal 354/2024 sigue su curso en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado, y el caso fue reagendado por la Sala Oral de lo Penal con sede en Huatabampo para una audiencia intermedia, pospuesta al pasado 24 de junio.

Para muchas personas en Navojoa, "Patitas" ya no es solo una perrita víctima de un acto de crueldad, sino un símbolo de justicia pendiente, de un sistema judicial que, aunque ha avanzado, aún no responde con la celeridad y contundencia que muchos esperaban.