La temporada de captura de camarón inició esta semana en el sur de Sonora en medio de un ambiente cargado de incertidumbre y preocupación entre los pescadores ribereños.
De los más de 1,500 que habitualmente se hacen a la mar en estas fechas, solo unos 1,200 lograron zarpar este año, debido a la falta de recursos y al abandono institucional que, aseguran, ya lleva varios años.
Ramón Valenzuela, líder pesquero de Yavaros, confirmó que muchos trabajadores del mar no pudieron reunir lo necesario para equiparse. Las temporadas anteriores fueron económicamente desastrosas y no hubo apoyos de ningún tipo: ni del gobierno ni de las empresas a las que tradicionalmente venden la captura.
"Muchos salieron con redes viejas, del año pasado. No es lo mismo. El camarón se pega mejor en red nueva y eso afecta directamente lo que sacamos. Aun así, aquí estamos, porque no tenemos otra opción", lamentó Valenzuela.
Desde la medianoche, las pangas comenzaron a movilizarse en las costas de Yavaros y otras comunidades de la región sur, es la temporada más esperada del año para miles de familias que dependen de la pesca, salieron con lo que tenían: redes parchadas, motores reparados a medias, pero con la esperanza de que el mar les brinde una oportunidad para recuperarse.
Y el arranque no ha sido del todo malo, algunos pescadores han reportado capturas de hasta 50 kilos en estas primeras horas, algo que no ocurría desde hace tiempo. En comparación, cuando la veda se ha abierto en octubre ?como estaba previsto inicialmente?, apenas se lograban sacar entre 15 y 20 kilos.
"Queremos demostrarle al gobierno que esta es la fecha en que debe abrirse la temporada. En octubre ya no hay camarón bueno, ya se va. Hoy estamos viendo camarón grande, sano, que vale la pena", expresaron pescadores desde el muelle.
La captura del camarón en Sonora no solo es una actividad económica: es el sustento directo de miles de familias. Hoy, en medio de carencias y sin respaldo oficial, los pescadores salieron a jugarse todo en una sola carta: la del mar. Con redes viejas, pero con la esperanza intacta.