Habitantes de Úres y comunidades de la región del río Sonora han protestado contra la Comisión Estatal del Agua (CEA) por la construcción de tres presas incluidas en el Plan Hídrico Estatal 2023-2053 un proyecto que, aseguran, no ha sido consultado con las comunidades afectadas y del que no se ha presentado el plan completo a los especialistas.
De acuerdo con expertos, el objetivo de estas obras es llevar agua a Hermosillo, una ciudad que actualmente pierde cerca del 50% de su suministro por fugas, debido a que su red de tuberías ya cumplió su vida útil.
No es la primera vez que un proyecto de este tipo genera conflicto. En 2010 se puso en marcha el Acueducto Independencia, también con la intención de dotar de agua a la capital sonorense. Sin embargo, los amparos de ciudadanos del sur del estado frenaron su operación plena, ya que implicaba reducir el trasvase hacia esa región. Para los pobladores y especialistas, el problema de fondo es que "ya no hay más agua para concesionar". Advierten que la construcción de las nuevas presas afectará a las comunidades aledañas, como ocurrió con El Molinito, donde desde hace años el agua dejó de llegar por tubería y solo se distribuye mediante pipas, provocando además la reducción de la superficie de siembra.
Con este panorama, podría estar surgiendo una nueva lucha por el agua en Sonora, con comunidades dispuestas a frenar las obras y defender su derecho al recurso.