A casi una década de la construcción de la Presa Los Pilares, integrantes de la comunidad guarijía reclaman el incumplimiento de acuerdos relacionados con su participación en actividades económicas vinculadas al desarrollo turístico de la zona, como la pesca y la venta de artesanías.
Héctor Zayla Enríquez, gobernador tradicional de la comunidad de Macurawe, denunció que, pese al creciente flujo de visitantes en la presa, especialmente durante la temporada de lluvias, la etnia continúa excluida de los beneficios que genera el turismo.
"El turismo llega cada semana, pero nosotros seguimos sin permiso para pescar y sin un espacio digno para vender nuestras artesanías y alimentos. No se ha respetado lo que se firmó desde la construcción de la presa", reclamó el representante tradicional.
La construcción de la presa, iniciada en 2014 y entregada oficialmente en 2020, incluyó compromisos con las comunidades indígenas vecinas, según documentos y actas de acuerdo firmadas con el Gobierno Federal, sin embargo, hasta el momento, no se han otorgado los permisos para actividades productivas ni se ha habilitado un tianguis o mercado para el comercio local.
También señaló un trato desigual en el uso del embalse. "Mientras nosotros no tenemos autorización, personas ajenas a la comunidad realizan pesca furtiva sin consecuencias. Es injusto", apuntó.
Uno de los principales obstáculos señalados por las autoridades para frenar el acceso ha sido la posible afectación a petroglifos, aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya concluyó que no existe riesgo arqueológico en la zona.
"Queremos soluciones, un mercado permanente, permisos de pesca comunitaria y respeto a nuestra cultura no son un lujo, son parte de nuestros derechos", enfatizó el líder indígena, recordando que más del 50% de los habitantes guarijíos migran cada verano por falta de oportunidades económicas en su región.
La etnia guarijía habita en al menos siete localidades dispersas en la sierra de Álamos, donde lucha por preservar su identidad, sus costumbres y su sustento en un entorno donde las promesas de desarrollo aún no llegan a sus manos.