Ante el posible aumento en los costos para tramitar la visa de no inmigrante hacia Estados Unidos, agencias especializadas han reportado un incremento en las solicitudes de información y citas. Esta reacción obedece al anuncio de un nuevo impuesto migratorio incluido en el plan fiscal impulsado por el expresidente Donald Trump, aprobado el pasado 4 de julio.
Este plan, denominado el "Gran y hermoso proyecto", establece una cuota adicional de 250 dólares que deberán pagar todos los extranjeros que soliciten visas para ingresar temporalmente a territorio estadounidense. El nuevo impuesto afectará a quienes soliciten visas de turismo (B-2), negocios (B-1), estudiantes (F-1), trabajadores temporales (H-1B), atletas (P), religiosos (R) y visitantes de intercambio (J-1), así como a sus dependientes.
Actualmente, la visa B-1/B-2, una de las más comunes, tiene un costo de 185 dólares, es decir, alrededor de 3 mil 700 pesos mexicanos. Con la nueva medida, el precio se elevará a 435 dólares, equivalente a casi 8 mil 100 pesos mexicanos, según el tipo de cambio actual.
Aunque la nueva tarifa aún no entra en vigor, se espera que comience a aplicarse en 2026, coincidiendo con el año en que se celebrará la Copa del Mundo de la FIFA en Estados Unidos, México y Canadá. A partir de entonces, la cuota se ajustará anualmente con base en el Índice de Precios al Consumidor para mantener su valor actualizado frente a la inflación.
Cabe destacar que quedarán exentos del pago quienes ingresen al país sin necesidad de visa, como los ciudadanos de países con exención de visa o la mayoría de los canadienses.
Este cambio fiscal ha generado preocupación entre quienes planean viajar próximamente a Estados Unidos, ya que representa un aumento significativo en el costo del trámite.